viernes, 31 de enero de 2014

"El francotirador paciente" de Arturo Pérez-Reverte. ¿Qué es el arte?

“Solo eres joven en la víspera de la batalla, luego ganes o pierdas has envejecido”

Portada de "El francotirador paciente"
Un mundo desconocido, en ocasiones peligroso y feroz se presenta ante los ojos del lector en la nueva novela de Arturo Pérez-Reverte, “El francotirador paciente”. Un universo con olor a pintura y adrenalina, con sus ideales y sus reglas, con sus rencores y sus odios, con sus guerras de guerrillas. Un universo cargado de creatividad en una lucha constante por el respeto y el reconocimiento. Esta realidad no es otra que la del grafiti, la de los escritores de pared, la de los tags multicolor. Pero antes de ponerme a hilar y descoser esta nueva obra de Pérez-Reverte, convendremos, el eventual lector y yo, que lo mejor será ponernos en situación y ver de forma más concreta que acontece en la novela.

Alejandra Varela es una especialista en arte urbano a quien una conocida editorial le encarga encontrar y hacerle llegar una suculenta oferta al escurridizo y reconocido artista del grafiti, Sniper. ¿Quién es Sniper?, ¿dónde se encuentra? Nadie sabe y quien sabe calla. A Sniper solo se le conoce por su obra y por impulsar arriesgadas acciones callejeras, con los riesgos que estas suponen. ¿Por qué hace lo que hace? ¿Qué busca con ello? ¿Por qué no da la cara pudiendo ganar cantidades ingentes de dinero? La búsqueda de Sniper y las respuestas en torno a él conducen a Alejandra por las ciudades de Madrid, Lisboa, Verona y Nápoles.

Metiéndonos ya en materia, a nivel narrativo la novela me ha resultado un tanto decepcionante para lo que puede esperarse de un gran escritor como Arturo Pérez-Reverte. Sin embargo, como expondré después la temática tratada y las cuestiones planteadas han despertado mi interés sobremanera. La historia está contada de forma cronológica y lineal, de manera que durante la lectura parece avocada a un giro final, como así sucede, pues sin él la trama, aparte de aburrida, carecería de todo sentido. Es Alejandra Varela, en primera persona, la narradora, esto tiene sus pros y sus contras. Por un lado permite una mayor inmersión en los diálogos, pues permite conocer lo que el protagonista piensa, así como una mejor identificación con el personaje. Pero esta narración en primera persona esconde una “trampa” relacionado con el golpe final, sin duda lo mejor de la novela. Siendo esta “artimaña” en gran medida la culpable del disgusto en cuanto a narración se refiere, aunque tal y como está construida la historia es totalmente imprescindible para que la misma pueda cerrarse con un mínimo de tensión. Me quedo con la sensación de que en este aspecto podría haberse esperado más de Reverte.
Arturo Pérez-Reverte

Tampoco me acaba de convencer como está estructurada la novela, haciendo corresponder cada capítulo con una entrevista en una localización relevante, es un mecanismo muy simple de narración mostrando como resultado una historia “teatralizable”. Además, una vez finalizado el libro da la impresión de que muchos de los encuentros no enfocan a la trama sino que únicamente permiten conocer de forma más amplia el mundo del grafiti. A título personal las entrevistas me parecen interesantes por la información que proporcionan en torno al ámbito del arte callejero, pues permiten ver como piensa la gente que está involucrada en él, cuales son sus reglas, sus ideales, sus modos de actuar, etc. Pero narrativamente hablando muchas de ellas sobran.

Pero no deja de ser un libro escrito por Arturo Pérez-Reverte, y como tal en él aparece su más conocido arquetipo en la figura de Alejandra Varela. Una especie de Diego Alatriste, amargada, sin nada que perder y con la perpetua impresión de que el mejor tiempo ya pasó. Además, y como no podía ser de otra manera, se nos presentan descripciones cuidadosas y bellas así como diálogos creíbles y bien estructurados dignos de la talla de uno de los grandes escritores españoles actuales.

Y llegamos a la parte de la temática y las preguntas que la novela nos deja, para que las rumiemos, para que las maceremos y tratemos de obtener nuestras propias conclusiones. Es posible que a nivel narrativo la novela no sea una obra de arte, pero si es capaz de plantear en el lector preguntas, si logra que este se pare a pensar en tal o cual visión del asunto, ni mucho menos podrá decirse que el libro ha sido pobre o malo. En “El francotirador paciente” Arturo Pérez-Reverte juega con la idea de arte, ¿qué es arte actualmente? ¿Es este un mero producto mercantil como puede serlo cualquier otro objeto? ¿Quién determina si una obra es buena o mala? ¿Cuáles son los límites del arte? También plantea otras preguntas de carácter más tangible, ¿son los grafiteros vándalos? ¿Se puede considerar el grafiti arte? A muchas de estas preguntas el autor no proporciona una respuesta clara y meridiana, aunque evidentemente si que les da un enfoque desde tal o cual personaje. Varias de las preguntas plateadas sobre el mundo del arte son también extrapolables al de la literatura como por ejemplo: ¿quién determina si un libro es bueno o es malo? ¿Cómo sabe un autor si su novela es realmente buena?, pues en muchos casos las ventas están adulteradas por la publicidad de las editoriales y los críticos.

Parece ser que a Pérez-Reverte le gusta especialmente Italia para ambientar sus novelas, o que ya que fue por allí decidió documentarse para varias que tenía en potencia pues sus tres últimos libros tocan el país de la bota “El puente de los asesinos”, “El tango de la guardia vieja” y esta última “El francotirador paciente”.

Para concluir, me gustaría mencionar el palito que por parte del autor le cae a las novelas de Federico Moccia así como la mención que recibe el gran amigo de Pérez-Reverte, el pintor Ferrer-Dalmau.

Título: El francotirador paciente
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara
Descripción: Rústica 312 páginas
Precio: 19,50 euros
ISBN: 978-84-204-1649-6

sábado, 25 de enero de 2014

¿Es la biografía de un físico aburrida?

Portada de "¿Está usted de broma, Sr. Feynman?"
¿Crees que los científicos son personas distantes? ¿Piensas que físicos y matemáticos son seres de otro mundo encerrados en su propio universo? Pues el señor Richard Feynman en este libro coge esos manidos esquemas, y mediante el relato de sus vivencias los arroja al abismo del olvido. La obra en cuestión, “¿Esta usted de broma, Sr. Feynman?”, fue publicado en 1985. ¡Eh! Que tenga casi treinta años no lo hace, ni de lejos, menos recomendable, de hecho el tiempo le ha dotado de matices como solo él puede hacer. De manera que viviremos las experiencias de uno de los mejores físicos del siglo XX así como su punto de vista en torno a ciertos acontecimientos históricos. Pero además, se mostrarán ante nuestros ojos los modos de vida de las familias durante la gran depresión americana y épocas posteriores, permitiendo empaparnos de la atmósfera reinante en aquel tiempo.

No penséis que al tratarse de un libro sobre la vida de un físico hay que tener cierto conocimiento de la materia, nada más lejos de la realidad. Y tampoco creáis que es un libro serio y plomizo. Señoras y señores, niños y niñas, bueno, y gente varia, este libro es un fértil pasto para la diversión, la sonrisa y la carcajada. Y es que el señor Feynman fue un gran físico, sí, fue una de las grandes mentes del siglo XX, también, pero no es menos cierto que fue un bromista nato y un personaje un tanto atípico. Ni en su lecho de muerte perdió ese carismático sentido del humor: “Odiaría morir dos veces, ¡es tan aburrido!”.

Richard Feynman
En esta biografía partimos de un joven Feynman al que le gusta reparar radios ¡pensando!, pero la cosa va evolucionando, le siguen gustando todo tipo de problemas pero al mismo tiempo aprende a tocar los bongos, realiza experimentos con hormigas y trastea con el mundo del LSD y la hipnosis. Por no hablar de su afán por abrir candados de archivadores en los que se encontraba documentación clasificada durante su época en Los Alamos. Bueno y así hasta que le otorgaron el Premio Nobel de Física en 1965, así es que figuraos. Eso si, siempre con un gran sentido del humor que algunos parecieron no entender.

Como información adicional deciros que este libro no fue escrito por Richard Feynman, aunque exponga parte de sus peripecias, sino que fue redactado por Edward Hutchins a partir de las conversaciones grabadas entre el propio Feynman y su amigo Ralph Leighton.  Para concluir, “¿Está usted de broma, Sr. Feynman?” es una lectura amena, agradable, divertida y con mucho humor con la que además de reírte a mandíbula batiente podrás ver como esta gente de ciencias ni es tan seria, ni tan aburrida. Muy pero que muy recomendable. Por cierto, recientemente Norma Editorial ha publicado un cómic en el que cuentan los acontecimientos descritos en este libro y por lo visto no está nada mal.

Título: ¿Está usted de broma, Sr. Feynman? Aventuras de un curioso personaje tal como le fueron referidas a Ralph Leighton ( Surely You're Joking, Mr. Feynman!)
Autores: Richard Feynman, Ralp Leighton y Edward Hutchins.
Traductor: Luis Bou
Editorial: Alianza Editorial
Descripción: Rustica, 408 páginas
ISBN: 978-84-206-9547-1

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domingo, 19 de enero de 2014

Blacksad #5- Amarillo

La saga de Blacksad, de los autores españoles Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, siempre genera una gran expectación. Más aún si cabe tras los galardones recibidos en la última edición de los Premios Eisner entregados en la ComicCon de San Diego. En cada nuevo volumen se espera una historia brillante y sorprendente adornada con unos magníficos dibujos, por algo es considerada una de las series negras por excelencia.
Portada "Amarillo"

Sin embargo, las grandes series o los grandes autores suelen generar unas expectativas muy elevadas en los lectores. Quienes en cuanto no ven cumplidos sus deseos a la perfección no dudan en tildar la obra de pobre. Supongo también, que este gran y profundo interés hacia una obra por parte de la audiencia despierta en el autor, en este caso autores, un sentimiento de responsabilidad y ganas de seguir innovando y haciendo las cosas igual de bien.

Quizás en este caso los autores hayan sucumbido a la presión, o hayan tratado de innovar y evolucionar al personaje más de lo que el público esperaba. O al menos en otra dirección. O tal vez el tiempo se les echó encima y han tenido que hacer una obra de compromiso. Sea como fuere “Amarillo” el quito volumen de la saga Blacksad no es precisamente lo mejor de la misma.

El comienzo se plantea en un tiempo inmediatamente posterior a “El infierno, el silencio”, en el que se nos presenta a un John Blacksad cansado de correr detrás de los “malos”, cansado de andar a tiros todo el santo día y con una especie de pesar vital. Por ello, decide dejar los crímenes y la investigación aparcados por un rato, esperemos que sea corto, y buscar un trabajo más relajado. El mismo parece sencillo en un principio, llevar un coche desde el Aeropuerto Moisant Field, sito en Nueva Orleáns, hasta Tulsa. Pero se empieza a complicar a medida que transcurre la historia, viéndose obligado a dejar de lado su empeño inicial por otros, digamos, de carácter más legal y administrativo.

Primera hoja del cómic
La trama evoluciona de forma excesivamente rápida, vagando Blacksad por las viñetas pareciendo un elemento secundario durante todo el cómic y no siendo partícipe en ningún momento de la historia principal. El protagonismo recae sobre un león llamado Chad, con el que el lector en rara ocasión se identifica. Además, el tema principal no tiene un gran calado, como en volúmenes anteriores, y se muestra de forma muy difusa. Pero no todo pueden ser quejas, en “Amarillo” el lector conoce aún más al detective gatuno mostrándosenos parte de su pasado así como a parte de su familia. Al tiempo que expone el tedio, cada vez más notorio, que siente hacia la profesión de detective. Poniendo de manifiesto el posible cansancio que sienten los autores hacia el personaje tras cinco volúmenes. Otra característica interesante es que se hacen referencias a personajes de anteriores historias, algunos de los cuales intervienen de forma muy activa.

En cuanto al dibujo, que sin duda es uno de los rasgos más característicos de la saga, muchos lectores han percibido una bajada en la calidad puesta de manifiesto en un menor nivel de detalle, rasgos mucho más difuminados y con menor fuerza así como un uso del color poco habitual en Guarnido. Por mi parte me identifico con aquellos lectores que han identificado las carencias expuestas. Sin embargo, he tratado de comparar las viñetas de “Amarillo” con los números anteriores, pues no parece muy normal un descenso tan notorio de la calidad del dibujo por parte de Juanjo Guarnido. Lo que más me ha llamado la atención, sin duda, es que mientras en los cuatro volúmenes anteriores abundaban las escenas cercanas con enfoques centrados en rostros o personajes concretos y en las que el número de individuos es escaso, en “Amarillo” es todo lo contrario. Una gran cantidad de escenas están en vista aérea o muestra a los personajes a enormes distancias lo que favorece la sensación de falta de detalle. Da la impresión de que el estudio de encuadres y escenas no ha sido tan detallado como en anteriores ediciones, tal vez por falta de tiempo.


En “Amarillo”, Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, parece que han tratado de innovar y hacer crecer la figura de Blacksad por derroteros distintos a los empleados hasta el momento. Recreándonos un personaje mucho más humano al que el azar le juega malas pasadas. Sin embargo, la historia planteada es bastante débil, no llegando a cautivar al lector en ningún momento, y el dibujo no se encuentra a la altura de títulos como “El infierno, el silencio” o “Alma Roja” aclamados internacionalmente.

Título: Amarillo
Autores: Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido
Editorial: NORMA Editorial
Descripción: Cartoné a color, 56 páginas
Precio: 15,00 euros
ISBN: 978-84-679-1425-2

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miércoles, 15 de enero de 2014

La librería ambulante de Christopher Morley. Una alabanza a los libros.

Portada de "La librería ambulante" editada por Periférica

La sociedad estadounidense de inicios del siglo XX era cuadriculada, sectaria y predominantemente masculina. La palabra del hombre era poco menos que ley en su familia, la división de tareas y trabajos por género era clara y en contadas ocasiones alguien osaba llevar la contraria al cabeza de familia. Pues parece ser que Christopher Morley no estaba muy de acuerdo con el papel que le tocaba interpretar a la mujer dentro de este panorama. De tal guisa que en “La librería ambulante”, novela escrita en 1917, saca a Helen McGill de la granja en la que vive con su hermano Andrew y la embarca en un viaje a bordo de un viejo carromato, el Parnaso, con destino la venta de libros ambulantes.

Christopher Morley
Helen es una mujer madura que está un poco harta de su rutinaria vida, limpiar, hacer comidas y hornear pan para alimentar a su hermano. Y es que este hombre, Andrew, también tiene bemoles, es un escritor que se afana incansable en sus libros pero que de forma habitual descuida la granja en la que vive. Y además cuando le viene en gana desaparece durante largos periodos de tiempo para buscar inspiración para sus novelas.

Bajo la luz de los focos de este escenario aparece el entusiasta e idealista librero ambulante, Roger Mifflin. Quien tras años predicando el evangelio de los buenos libros y vendiéndolos de forma itinerante por los pueblos y caminos de la costa este decide abandonar el negocio en pos de escribir su propio libro. De forma que transfiere la empresa, el Parnaso, a Helen McGrill no sin antes mostrarle la manera de hacer negocio.

En este corto periodo de tiempo que pasan juntos por los caminos, lo justo hasta que el librero coja su tren a Brooklyn donde escribirá su libro, Helen descubre la pasión, el empeño y entusiasmo que el señor Mifflin pone en su labor de librero y transmisor de cultura. Y es que para Roger, a quien le puede el ensoñamiento cognitivo, un libro es mucho más que un conjunto de hojas garabateadas y encuadernadas, son diferentes historias, vidas, pasiones, ideales, son sabiduría y conocimientos. Ninguna persona que se precie dejará de tener un buen libro entre sus posesiones, llegará a decir. Pero en la sociedad rural americana de inicios de siglo la cultura no se estila, poca gente tiene libros en casa y menos son aún los que leen. Y en este punto quiero lanzar una pregunta que me ha sugerido el libro y que es realmente aplicable a la sociedad actual. ¿Cuál es la causa por la que una gran parte de la población no lee libros?

Según Mifflin, mostrándose quizás también el idealismo del autor, las gentes del entorno rural no leen por falta de accesibilidad a los libros. De manera que cuando se les presentan facilidades para adquirir buenos libros no les disgusta su lectura, es más, les agrada y repiten. Sin embargo, mucho me temo que esto difiere notablemente de la realidad actual.

Siguiendo el ejemplo de Roger, Helen se aventura por los caminos rurales en busca de una nueva vida o al menos de unas largas vacaciones, mostrando a las gentes las grandezas y valores que son capaces de transmitir los libros. El tránsito por los caminos y los acontecimientos varios que tienen lugar en ellos cambiarán su vida para siempre.

He de decir que el final de la novela me ha parecido un tanto disonante con parte de la filosofía que trata de transmitir, a pesar de ello, la calidad de la historia es excepcional. En cuanto a la prosa es clara y limpia, sin florituras superfluas, siendo las referencias literarias a autores británicos y estadounidenses una tónica en el discurso de Roger Mifflin. Contiene el libro bellas descripciones que te sumergen en idílicos parajes. Los personajes son tremendamente humanos con sus anhelos, expectativas y miedos siendo un buen reflejo de la realidad, lo cual acrecenta el realismo de la novela.

“La librería ambulante” es una magnífica apología de los libros, la literatura y la cultura en general. Y por ello hay que dar las gracias a la editorial Periférica por haber traducido por primera vez al castellano este clásico de la literatura americana. Muy recomendable para todo aquel que profese esa especie de amor platónico por estos puñados de hojas encuadernados.

PD: Ya se que las entradas en los blogs no llevan postdata pero hay dos cosas fuera aparte de los dos conceptos básicos que he indicado antes que no podía dejar pasar. Por un lado, la forma tan graciosa de mostrar asombro y enfado que tenía la gente en aquellos tiempos con expresiones como: “por el señor Cronos” o “por las barbas de Fulanito” muy graciosas todas ellas. La otra son los desayunos, comidas y cenas hiper-elaborados que se metían entre pecho y espalda, asombroso.

Título: La librería ambulante ( Parnassus on Wheels)
Autor: Christopher Morley
Traductor: Juan Sebastián Cardenas
Editorial: Periférica
Descripción: Rústica 184 páginas
Precio: 16,75 euros
ISBN: 978-84-92865-50-5

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sábado, 11 de enero de 2014

El otro mar, último cómic de Alfonso Zapico

Portada de "El otro mar"
Estas pasadas navidades ha caído en mis manos “El otro mar” de Alfonso Zapico, quien cuenta con un Premio Nacional del Cómic en su haber gracias a “Dublinés”. Raudo me apliqué a la lectura. Siendo sincero en un primer momento no despertó en mí un gran interés, sin embargo, al terminarlo me dejo un regusto más que agradable y satisfactorio.

Alfonso Zapico
“El otro mar” es la historia de un descubrimiento, el llevado a cabo por Vasco Núñez de Balboa en continente americano en 1513. Pero Zapico nos conduce con su buen hacer más allá del hallazgo del Océano Pacífico por parte del conquistador extremeño. Tras concluir el cómic y haberlo macerado convenientemente, tengo la sensación de que los matices y acontecimientos que en primera instancia pudiesen parecer de importancia menor son realmente los que mayor poso dejan. Además, la temática de la conquista del Nuevo Continente es una materia que en cierta forma todos hemos estudiado, aun cuando en la actualidad lo recordemos vagamente. Por ello, “El otro mar” podría describirse como la historia de un descubrimiento que trasciende el propio hallazgo, aflorando en el lector recuerdos, sensaciones, conductas y pensamientos que bien podrían ser de aplicación en nuestros tiempos. Pero bueno, pasemos a desgranar este sin Dios y a dar algún argumento sobre el que se pueda fundamentar lo dicho.

El hilo vertebrador de la trama, como habréis intuido, son los acontecimientos que acaecen a Vasco Núñez de Balboa desde su desembarco en el Nuevo Continente hasta su muerte. Teniendo como uno de los hitos principales el hallazgo del Océano Pacífico desde la costa occidental. Esta historia sirve de pretexto para mostrarnos la vida en las colonias así como el trato con los pueblos nativos. Ni que decir tiene que por aquel entonces los europeos nos sentíamos con el derecho y casi con el deber de reclamar como propias todas aquellas tierras que pisasen nuestros pies. Cayese quien cayese e independientemente, por supuesto, de que los pueblos autóctonos, a los que se consideraban “salvajes”, llevasen viviendo en aquellas tierras varios siglos.

Viñeta de "El otro mar"
Pero la cosa no queda ahí. Los conquistadores y sus ejércitos, cual buenos españoles, no paraban de echarse la zancadilla unos a otros. Bueno, la zancadilla, la guillotina, la soga al cuello, el trabucazo o lo que se terciase. Las disputas y bellaquerías entre los propios españoles eran una constante. Y así se llevó a cabo la conquista del Nuevo Mundo. Aunque no es de extrañar nada de lo que allí sucedió, como bien cuenta el cómic, viendo la talla de personas que realizaron la conquista. Incluso podría pensarse que demasiado poco pasó habida cuenta de los que allí fueron. Estos matices no se exponen de forma clara y cristalina, aunque Zapico los deja entrever, y sin embargo tienen una mayor profundidad que la historia principal. Pues estas cuestiones nos predisponen a analizar nuestro comportamiento así como el del pueblo que somos herederos, al menos teóricamente. 

“El otro mar” es un cómic muy ameno y didáctico, del que los jóvenes y no tan jóvenes pueden aprender o recordar un pedazo de la historia sobre la conquista de América por parte de la corona de Castilla. Y no me voy a ir sin aplaudir el cariz educativo que Alfonso Zapico confiere a sus cómics.

Título: El otro mar
Autor: Alfonso Zapico
Editorial: Astiberri
Descripción: Cartoné a color, 56 páginas
Precio: 14 euros
ISBN: 978-84-15685-38-8

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miércoles, 8 de enero de 2014

San Manuel Bueno, mártir de Miguel de Unamuno

¿Cómo y por qué llegó este libro a mis manos?

En primer lugar permitidme decir que realmente el libro no llegó a mis manos pues lo he leído de la pantalla de un ordenador, ahí dejándome la vista. Una vez aclarado este tema importante donde los haya, que duda cabe, voy a responder la pregunta que para eso me la he auto-formulado. Hace unos días leí el cómic “Dublinés”  de Alfonso Zapico, en el cual se describe vida y obra de James Joyce a quien se le cataloga como uno de los mejores prosistas del siglo XX en lengua inglesa. En gran medida gracias a su obra culmen “Ulises”. Pues bien, por azares de la vida y de la mente, que dicho de paso no tengo ni idea de cómo funciona, me dio por empezar a buscar grandes prosistas en lengua castellana. En esto llegué a Larra y Unamuno. Me leí algunos artículos costumbristas de Larra, gustándome en especial el referente a los calaveras, y pasé a Miguel de Unamuno. De él sabía que las dos novelas más representativas de su obra son “Niebla” y “San Manuel Bueno, mártir”. La balanza se decantó, como puedes intuir por el título de entrada, en favor de la segunda. Y aquí andamos comentando esta novelilla.

Miguel de Unamuno
¿Cuál es la trama principal de “San Manuel Bueno, mártir”?

La novela posee un marcado tono existencial, elemento recurrente en la Generación del 98 dentro de la cual se enmarca Miguel de Unamuno. Sin embargo, este tema es excesivamente amplio, centrándose el autor en “San Manuel Bueno, mártir” en torno a la angustia de la existencia humana y la falta de fe cristiana. En ella se atisba la angustia vital de Unamuno y su anhelo de inmortalidad, reflejados en el personaje protagonista Don Manuel Bueno.

Los acontecimientos son descritos por Ángela Carballino vecina de Valverde de Lucerna. Pueblecito este en el que tiene lugar la historia, que sugiere al legendario Villaverde de Lucerna, que según la leyenda, se encuentra sumergido en el lago de Sanabria.

Lago de Sanabria
Don Manuel, el cura del pueblo, irradia un magnetismo casi mágico sobre todos los habitantes del pueblo, ayudando a todo aquel que lo requiere en tareas de lo más variopintas. Es un cura que se desvive por su pueblo y el mismo lo agradece creyendo la palabra del clérigo a pies juntillas. Pero las cosas cambian cuando un elemento hostil entra en la vida del pequeño pueblecito: Lázaro, hermano de Ángela, comienza a promulgar las ideas aprendidas en las Américas de donde acaba de volver.

A pesar del desprecio inicial de Lázaro a todo lo que tenga sabor a religión, acaba cayendo sorprendentemente en las redes de Don Manuel. El pueblo interpreta esta conversión al buen hacer del párroco, pero no conocen la verdadera historia. Y aún si conociesen la verdad probablemente no la creerían pues los hechos son contrarios a la misma. Y es que Don Manuel guarda un secreto vital e inconfesable que tan solo Lázaro y Ángela conocen, y esta última nos transmite.

¿Qué sentimiento confiere la novela?

Personalmente, la novela no me comunicó un sentimiento sino más bien una pregunta de carácter existencial y que los humanos llevamos preguntándonos siglos. Y tristemente me temo que no tiene respuesta, aunque quizás sea mejor así. Pero personalmente dudo que la solución a la falta de respuesta sea el “que vivan, que vivan y no piensen” de Don Manuel. El corto relato, típico de la Generación del 98,  posee gran fuerza y sentimiento y puede llegar a emanar cierta congoja vital. Pero sin duda estas son a mi juicio de las mejores novelas, aquellas que dejan poso y hacen pensar.

¿Qué elementos narrativos emplea Miguel de Unamuno en “San Manuel Bueno, mártir”?

La principal característica técnica de la novela es el continuo diálogo entre los personajes, de forma que el relato crece y se estructura en torno a los mismos. Sin embargo, apenas hay diálogos interiores, el sentir y parecer de los personajes se expresan directamente en las conversaciones.

Las descripciones son escuetas y sin grandes florituras retóricas, pues uno de los objetivos perseguidos es la claridad de la exposición, principio este que guía toda la novela.

La simbología tras los nombres de los personajes principales también es de destacar. Manuel es la versión castellana de Emmanuel que significa “Dios con nosotros” creador de una nueva religión caracterizada por su interioridad. El nombre de Lázaro hace referencia a aquel al que Cristo resucitó, interpretándose en este caso con la conversión de este personaje realizada por Don Manuel. Por su parte Ángela significa mensajera en griego, siendo en este caso ella la que nos transmite la vida y actos de Don Manuel.

Por último indicar que Unamuno refiere que el relato le ha sido transmitido ya escrito y que únicamente lo ha corregido levemente antes de su publicación. Este procedimiento narrativo ha sido empleado por otros autores a lo largo del tiempo, como Cervantes con ElQuijote.

En términos generales “San Manuel Bueno, mártir” me ha parecido una novela sublime con una gran fuerza expresiva capaz de transmitir preguntas y pareceres de lo más profundos. Además, la narración directa y sencilla de Unamuno centrada en el fondo del tema tratado, convierte esta obra en una lectura fácil y amena, por todo ello espero leer en breves la considerada como su mejor obra, “Niebla”.

Os dejo un enlace desde donde podéis leer "San Manuel Bueno, mártir".

domingo, 5 de enero de 2014

La esperada obra maestra de Paco Roca: Los surcos del azar

Portada de "Los surcos del azar"
Una historia, o mejor dicho, una parte de la historia ha salido a flote cual tesoro rescatado de un barco naufragado. “La Nueve”, objetivo en este caso del rescate, ha sido recuperada de las garras del olvido por Paco Roca, quien ya nos tiene acostumbrados a grandes y profundas historias como “Arrugas” o “El invierno del dibujante”. La primera compañía que entró en París liberándola de los nazis estaba formada en gran medida por españoles que habían luchado en la Guerra Civil. Sin embargo, este hecho es desconocido por la mayoría, hasta el punto que los héroes de “La Nueve” han sido ignorados durante largo tiempo. Pero el periplo de estos españoles hasta entrar a liberar París como parte del ejército de la “Francia Libre” de de Gaulle es digno de admiración. Y que mejor forma que con un cómic entre las manos.

Paco Roca
Paco Roca guía de forma magistral la trama a través de los recuerdos de Miguel Campos, integrante de aquella compañía, desde el trágico y amargo abandono de España hasta la entrada en París. El autor emplea una osada y perspicaz argucia narrativa por la cual el propio Paco Roca realiza una serie de entrevistas a Miguel Campos, de quien emanan los recuerdos de aquellos duros años. El fin de tales entrevistas, ficticias por supuesto, es escribir un libro sobre aquella compañía. De esta forma es capaz de relacionar la historia de “La Nueve” y los exiliados españoles con el momento actual. Haciéndonos ver que tras la toma de París la historia siguió su curso, muy a pesar de los exiliados. A quienes durante muchos años el anhelo de que tras la liberación de Francia le tocaría su turno a España les movía para luchar contra el fascismo. Pero el momento de regresar a su querida tierra y volver a ver a sus familias nunca llegó, siendo los únicos participantes en la II Guerra Mundial que no tuvieron un país al que regresar.

Mediante una visión particular de uno de los miembros de “La Nueve”, la de Miguel Campos, Paco Roca consigue captar nuestra atención, hacerla suya y guiarla a su antojo. Logrando así una historia muy emotiva y cercana, alejada de todo triunfalismo y centrada en el campo de batalla. Abocando al lector como si de una fuerza irresistible se tratase, a continuar incansable en su afán de conocer vida y milagros de aquellos españoles exiliados. A ello contribuyen también viñetas con alta tensión emocional y temas paralelos tales como la muerte en la guerra que hace plantearse la necesidad de aquellas guerras.

Defensor como soy del cómic como elemento didáctico, “Los surcos del azar” sin duda se encuadra en esa categoría. Pues a pesar de que todos hemos estudiado la Guerra Civil así como el exilio del bando republicano y la II Guerra Mundial, muy pocos conocíamos esta parte de la historia y el adónde fueron a parar aquellos exiliados. Pero aun hay más, mostrándonos lo perra que pueden ser las guerras, en las que sucesos anormales en la vida cotidiana pueden convertirse en frecuentes en el campo de batalla. Como la muerte de un amigo, un compatriota o un compañero de trinchera. Además, en ningún instante tienes la sensación de adoctrinamiento por parte del cómic, sabes que el protagonista es un republicano español exiliado y con él sigues su periplo histórico en pos de su lucha.

Con “Los surcos del azar” Paco Roca se erige como uno de los mejores historietistas del panorama nacional actual, si es que no lo considerabais como tal ya. Sin dejar de lado su faceta como dibujante que es excepcional en la misma medida. Siempre realiza trabajos de gran calidad como “El invierno del dibujante” o “Arrugas”, título este último que muchos aventuraron como obra culmen en su carrera. Pero sin embargo, les ha sorprendido con este nuevo título, y es que la obra de Paco Roca parece seguir un crescendo continuo. ¿Tendrá límite este ascenso? Personalmente espero que no, y me gustaría que en un futuro nos siguiese sorprendiendo. De lo que no cabe duda es que se ha ganado una sección en las estanterías de la mayoría de los lectores, y en la mía en particular.

miércoles, 1 de enero de 2014

V de Vendetta (Cómic) de Alan Moore y David Lloyd. Segunda parte.

Volvemos con la segunda parte de la reseña del genial cómic de Alan Moore y David Lloyd, "V de Vendetta". En la primera parte se expusieron los temas tratados, el principal hilo argumental y las florituras estilistas y narrativas de que es capaz Moore, dotando de esta forma al libro de unos sorprendentes matices. pues bien, hoy toca hablar de la ilustración y de la posterior adaptación de la novela gráfica al cine. Allá vamos.
Viñeta del cómic "V de Vendetta"
La historia fue ilustrada por David Lloyd inicialmente en blanco y negro, cuando se comenzó a publicar por episodios en la revista Warrior. Finalmente se le añadió color en la versión de DC Comics donde los autores continuaron la historia hasta finalizarla tras el cierre de Warrior. A la hora de leer “V de Vendetta” hay que recordar que es una obra de los años 80 y por tanto, las ilustraciones corresponden a aquella época. Mucha gente dice que es la parte del cómic a la que peor ha tratado el paso del tiempo. Sin embargo, aunque inicialmente puedan parecer dibujos un tanto extraños sobre todo si se está acostumbrado a las novelas gráficas actuales, con el paso de las hojas uno se va haciendo a él, incluso llegando a cogerle cariño. En cuanto al color también cuesta adaptarse pero a mi personalmente me han acabado gustando esos tonos pasteles, aguados y decolorados. Es algo que no se ve habitualmente, al menos en la actualidad.

Viñeta del cómic "V de Vendetta"
La figura ultraconocida de V correspondiente a la máscara de Guy Fawkes y que actualmente se puede encontrar en diversos actos reivindicativos en todas las partes del mundo, se la debemos a Lloyd. Quien tras realizar diversas pruebas, en algunas de las cuales consideraba a V un ninja, se le ocurrió la idea de resucitar a Guy Fawkes. A pesar de las dificultades que ello supuso para el guionista, Moore, ambos decidieron seguir con la idea convencidos del efecto que tendría en la obra.

Detalle de la máscara de Guy Fawkes empleada en la película
Por último indicar que el cómic es sustancialmente diferente, y a mi juicio, mejor que la película que muchos habréis visto, aunque la misma es una adaptación un tanto libre realizada por los hermanos Wachowski quienes adaptaron el guión. En la película muchos hilos argumentales se pierden, se alteran o se tergiversan, el orden de los acontecimientos se modifica en muchos casos y algunos de los principales personajes secundarios son muy distintos a nivel psicológico de los empleados en el cómic, y otros muchos desaparecen. Una de las pérdidas fundamentales es el carácter anarquista de V, así como todos los discursos y momentos relacionados con ello. Probablemente los Wachowski no creyeron apropiado introducir esta faceta si querían vender la película. También se modifica la personalidad de un personaje tan fundamental como Evey Hammond así como la relación que mantiene con V.

A fin de cuentas y como ya habréis notado, el cómic me parece sublime, genial, de los mejores que he leído hasta el momento. A ello contribuye en gran medida los temas tratados así como la diversidad de tramas y los distintos recursos narrativos empleados por Alan Moore que le proporcionan un gran número de giros y elementos inesperados haciendo que esta obra se convierta en una obra maestra. Pero sin duda lo mejor de todo el volumen es la capacidad de incitar al lector a pensar y a comparar los sucesos descritos con la realidad actual. Sembrando en él el germen de la duda y las preguntas sin respuesta.

V de Vendetta (Cómic) de Alan Moore y David Lloyd. Primera Parte.