domingo, 8 de diciembre de 2013

Blacksad #4- El infierno, el silencio

Portada de "El infierno, el silencio"
En el cuarto volumen de la saga Blacksad el detective gatuno da con sus huesos en la mítica ciudad de Nueva Orleáns, cuna del jazz. El director del sello discográfico La Chapelle Records, Fausto La Chapelle que se encuentra gravemente enfermo, le encomienda encontrar al mejor de sus músicos, Sebastian “Little Hand” Fletcher. Sebastian es un virtuoso del piano que se hizo rico y famoso muy temprano, a pesar de ello, se enganchó a la heroína y su vida entró en una profunda decadencia por culpa de la misma. Pero el formidable pianista guarda un secreto que le atormenta y le devora y que La Chapelle teme.

Blacksad aceptando el encargo
En “El infierno, el silencio” me han sorprendido dos características que en los tres volúmenes anteriores no se presentan o al menos lo hacen en menor medida. El desorden en la historia, es decir, el uso de la elipsis temporal en un grado superlativo que inicialmente crea en el lector una especie de incertidumbre hasta que se logra seguir la pauta planteada por Canales. Esta artimaña obliga al lector a mostrar una actitud participativa en la lectura lo que provoca una mayor inmersión en la historia, ya que se debe ordenar el rompecabezas para lograr sacar todos los detalles a la trama. Para completar esta elipsis temporal, Guarnido se dedica a jugar con el color para generar énfasis en los recuerdos, en hechos previos y posteriores generándose una mayor profundidad narrativa. Ambos recursos confieren un valor añadido a “El silencio, el infierno” y muestran la constante innovación que los autores plantean en sus cómics.

Viñetas geniales de claros y sombras bajo un árbol
“Alma Roja”, tercer volumen de la serie, representó la consagración de Blacksad, tanto a nivel artístico como narrativo, y por consiguiente de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Con “El infierno, el silencio” esta genial dupla demuestra que además de hollar la cima, también son capaces de permanecer en ella. No se puede por menos que quitarse el sombrero ante la gran historia tejida por Juan Díaz Canales, quien no da puntada sin hilo. Y por supuesto, elogiar a Juanjo Guarnido que con sus dibujos permite que el lector se sumerja en esta gran historia de un jazz. Por lo visto, la gente de la Comic Con de San Diego 2013 pensaron algo similar pues la obra, “El infierno, el silencio” o mejor dicho, los padres de la bestia, recibieron dos prestigiosos premios Eisner. Uno a la Mejor edición norteamericana de material internacional, compartido por Canales y Guarnido, y el segundo para Juanjo Guarnido como Mejor ilustrador/ artista multimedia.

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