sábado, 26 de abril de 2014

La puerta mutable

Una densa bruma colmaba el entorno, como la que hace aparición en los sueños, cubriendo detalles, tapando errores y saltos que la juguetona mente en ellos se apresura a incorporar. Continué avanzando en mi camino como si sobre una nube pisase, sin ser consciente plenamente de mi propio ser. No sentía ni frío ni calor, ni dolor ni alegría, me encontraba en un sin ser como si fuese espectador de mis propios movimientos y acciones pero sin involucrarme en ellos.

A los pocos pasos emergió ante mí de entre la niebla una imponente muralla cual si de un castillo se tratase. Las piedras que la conformaban eran de un gris luminoso, cinceladas con esmero hasta lograr bloques medianamente regulares que se apilaban de forma casi perfecta unidos mediante argamasa. La muralla se elevaba triunfal hasta donde la vista alcanzaba sin que pudiese vislumbrarse fin o final de la misma.

Incrustada en la fortaleza se encontraba una puerta similar a la de una casa elaborada en lo que a primera vista parecía roble. Sin embargo, cuando ante ella me detuve pude ver como esta mutaba de forma y materiales. Unas veces se asemejaba a una puerta antigua y ajada de las que se pueden encontrar en los pueblos y que antaño daban acceso a las casas. En otras ocasiones se transformaba en una puerta como las que permitían el paso a los establos, para a continuación convertirse en un portalón de dos hojas muy bien talladas como si fuese el acceso a una importante catedral o a un castillo. Seguidamente se transformaba en una puerta moderna como las que se disponen en las viviendas actuales para separar unos habitáculos de otros.

La puerta no cesaba en su transfiguración, a medida que se producían más cambios me estaba poniendo más nervioso. Una congoja comenzaba a invadirme, qué era aquello, por qué no cesaban de aparecer nuevas puertas. El pulso se me empezó a acelerar, y un ataque de ansiedad se avecinaba. Del confort original no quedaban ya ni los restos. Alterado miré alrededor tratando de hallar otras alternativas que me permitiesen huir de la maldita puerta cambiante, mas hasta donde alcanzaba la vista no pude apreciar otro tipo de salida de aquella pesadilla.

Aquel pórtico me estaba absorbiendo, sacando de quicio. Notaba como el corazón intentaba por su propia voluntad salírseme del pecho, el pulso por su parte estaba disparado y respiraba entrecortadamente. De repente me asaltaron diversas dudas, ¿qué habría detrás de cada una de aquellas puertas?, ¿habría lo mismo tras todas?, ¿si no era así, las que habían pasado volverían a pasar, o se habían perdido en un breve pasado? El solo planteamiento de aquellas incertidumbres hicieron que comenzase a sudar más si cabe, en aquel instante era un manojo de nervios, con una gran presión en el pecho que casi me impedía respirar. Las puertas seguían sucediéndose ante mis ojos lo que aumentaba mi tensión.

Ante todas aquellas cuestiones que se planteaban, traté de serenarme lo más que pude. Dado que no parecía existir ninguna otra salida de aquel recóndito lugar lo mejor sería tomar alguna de las puertas aunque fuese a ciegas, pues el mundo tras cada una de ellas me era desconocido. Reuní todo el valor que pude para afrontar aquello que se avecinase tras la aleatoria puerta que me disponía a abrir, respiré hondo y esperé a que la siguiente puerta apareciese. Esta era antigua y pesada, de un color marrón oscuro y decorada mediante travesaños verticales, estaba compuesta por una única hoja pero tenía un tamaño elevado, como si por ella fuese a pasar un gigante. Contaba con una aldaba y un pomo oscuros realizados en forja, y por lo general tenía el aspecto de estar bien cuidada. No lo pensé más, estiré el brazo hacia el pomo con decisión, aunque aún persistían ciertos temblores debido a lo incierto de la situación. Empujé con fuerza el portalón y cruce el umbral dispuesto a afrontar todas las dificultades que de mi elección se derivasen.

miércoles, 23 de abril de 2014

Magnesia

Esta es la historia de cómo un pueblo fértil y próspero y que en su momento se encontró a la cabeza del mundo, pasó a convertirse en un pueblo eternamente maldito. Dicen que lo difícil en esto de los dominios no es llegar a la cabeza, sino mantenerse en ella, y eso es lo que le sucedió al territorio conocido como Magnesia.

En la actualidad Magnesia es un territorio servil a las órdenes de sus territorios vecinos que ostentan una posición dominante que ya alcanza el orden de los siglos. En estas tierras ya no quedan apenas vestigios y recuerdos de lo que en el pasado fue, de hecho, poca gente conoce la historia de su propio país, la incultura, el oscurantismo y la religión campa a sus anchas en este territorio atrasado y bárbaro. Nadie que no conozca su historia previamente podría tan siquiera intuir que Magnesia en el pasado fue la mayor potencia conocida sobre la faz de la Tierra.

Sus habitantes, más que personas, individuos, no presentan la menor distinción moral o racional, esta es la única forma en que puede explicarse que a diario se maten entre sí, en lo que podrían clasificarse como dos facciones dentro de un mismo territorio. El robo del rico, el hambre del pobre, los trabajos infrahumanos son lo normal por aquestas tierras, y como tal se toman.

Sin embargo, la situación actual de Magnesia en gran medida no puede achacarse a ningún mandatario, acontecimiento o hecho reciente, no. Todas estas calamidades vienen de largo, y el veneno ya lleva siglos corriendo por las venas de sus habitantes de forma que es prácticamente imposible librarse de él. Los nuevos que vienen a este mundo en los territorios históricos de Magnesia lo hacen con el veneno incorporado en su ser, ni en su infancia se libran. El resultado es que el veneno se ha enquistado y convertido en algo innato y no adquirido.

Cuando Magnesia se alzó con el cetro de Reino del Mundo fue precisamente cuando su decadencia dio comienzo, reinaba por entonces un tal Flameo. Creyó este que el poder de Magnesia era imperecedero y dejo de evolucionar, de avanzar y mejorar y fue este justo momento en el que este prospero pueblo cayó en desgracia. El rey Flameo así como sus sucesivos sucesores despilfarraban cual manirrotos la riqueza acumulada por sus ancestros durante años y que tanto sudor y la más de las veces sangre había costado a los habitantes de tal tierra. Pero aquellos reyes no tuvieron a bien revertir las ganancias logradas por su pueblo en los habitantes del mismo como sí hicieron sus vecinos territorios y en cierta forma competidores, en su lugar decidieron emplearlo para su ensalzamiento y lujo personal. La quiebra económica a que aquellos reyes condujeron aún hoy en día se ve en Magnesia, tan solo hace falta andar por sus calles para verlo y sentirlo, como un fétido olor que penetrase hasta lo más hondo del ser.

Posteriormente, el rey llamado Filisteo decidió sumir a Magnesia en el más profundo oscurantismo dando un gran poder a la religión ladea mayoritaria por aquellos tiempos en la región. Esta religión tuvo el privilegio de fijar leyes y tribunales, de forma que viendo su gran poder, buscó su propio beneficio olvidando toda la posible doctrina moral que ella misma predicaba, o al menos la dejo en un segundo o tercer plano. De esta guisa es como lograron fijar la norma de que toda persona e incluso animal en Magnesia debía ser ladeo, quien osase desacatar esta ley supuestamente divina pagaría su hereje falta con la vida. Bajo este ambiente y dadas las graves carencias económicas, los ciudadanos de Magnesia no dudaron un instante en denunciarse por herejía unos a otros a los tribunales ladeos. Las más de las veces dicha falta era inventada o imposible de probar, y tras de sí se ocultaban a menudo envidias personales, hurtos o incluso infidelidades. También se denunciaba debido a la recompensa con la que el tribunal premiaba a todo aquel que denunciase a los infieles. En este instante una losa cayó sobre Magnesia y sus habitantes, la losa de la envidia. Los magnesios se convirtieron en personas envidiosas que en ningún caso podían soportar, y mucho menos permitir, que al prójimo le fuese mejor que a uno mismo. Además, se convirtió en un pueblo manchado de sangre, la sangre de sus propios vecinos. La falta de moral y la envidia fueron detonantes del robo, robos llevados a cabo por aquellos que no lo necesitan y por tanto injustificables.

La gota que colmó el vaso no fue otra que la de la incultura. Hubo un momento en su historia en que sus mandatarios pudieron escoger entre la cultura, la innovación y la técnica para su pueblo, o la religión más conservadora, los métodos tradicionales y la tontuna. Y claro, como no podía ser de otra forma en este yermo territorio se continuó con la increíble racha de aciertos transitando el segundo de los caminos, evidentemente, el que más beneficiaba a la clase mandataria. Sin embargo, los territorios vecinos cuando tuvieron la oportunidad no obraron de igual forma, por el contrario y por diferentes causas adoptaron la ilustración, lo que les permitió crecer intelectualmente, mejorar su técnica y por tanto hacer avances que mejoraron su vida exponencialmente con el paso de los años.

En cambio, en Magnesia el veneno ya estaba fabricado y se servía a grandes dosis a los que por desgracia iban a nacer en aquella tierra oscura y maldita. Este es un veneno no tangible, fabricado a base de envidia, oscurantismo, una posición dominante de la religión en la toma de decisiones y una dosis de incultura aceptada. Cóctel este que como los buenos vinos mejora con el paso del tiempo hasta el punto de no existir antídoto. Así, sobre Magnesia se cierne una oscura nube que marca la maldición de un pueblo que se auto-asesina, en el que la barbarie y la destrucción son norma y el raciocinio y cultura la excepción y por ello son perseguidos.

lunes, 21 de abril de 2014

Vocabulario: adefesio

Hoy traigo una nueva palabra, si bien no puede englobarse dentro del conjunto de las poco frecuentes sí que es digna de esta sección por su curiosa etimología. El término me es familiar, como a casi todo el mundo supongo, desde hace tiempo, sin embargo desconocía su procedencia hasta que un amigo no me expuso lo anecdótico de la cuestión.

El Diccionario de la Real Academia Española recoge tres acepciones para la palabra que entre manos nos traemos, todas ellas de uso coloquial, todo hay que decirlo. La primera de ellas es “despropósito, disparate, extravagancia”. La siguiente es “traje, prenda de vestir o adorno ridículo y extravagante”. Y por último se presenta un significado que en cierta forma engloba al anterior y es “persona o cosa ridícula, extravagante o muy fea”. Ciertamente, adefesio, palabra a la cual nos estamos refiriendo, tiene un mayor uso en la expresión oral del español que en la escrita, al menos en lo referente a los textos que en mi caso leo.

Pues bien, vamos a meternos ya en el meollo de la cuestión que es la etimología de la palabra “adefesio”. Según lo que mi amigo me contó y como he podido comprobar en el DRAE, “adefesio” procede del latín ad Ephesĭos, que significa a los efesios. Este es, si alguno está puesto en temas bíblicos y demás parafernalia, el título de una de las epístolas de San Pablo, en la que se alude a las penurias que pasó predicando en la isla de Éfeso. Y nada, de ahí viene la palabra que hoy en día empleamos, de las estrecheces que aquel hombre pasó difundiendo la palabra divina en tierras extranjeras.

Ahí queda, “adefesio” para todos ustedes, guárdenla, difúndanla, disfrútenla y con quien o con lo que lo merezca por cumplir con la definición, empléenla.

sábado, 19 de abril de 2014

"Podemos recordarlo por usted al por mayor" de Philip K. Dick

En esta ocasión he viajado de la mano de Philip K. Dick a un mundo lejano, en el espacio y el tiempo, a un mundo futuro en el que la realidad y los recuerdos no son lo que parecen. Imagine por un momento que los recuerdos pueden ser borrados, o implantados a gusto del consumidor. ¿Ha tenido una mala experiencia, pero chunga chunga, de estas con las que uno no puede seguir viviendo?, pues no pasa nada, va a la empresa de turno le hacen un lavadito de cerebro y fuera el angustioso recuerdo. Mejor aún, siempre ha querido ir a la Luna, pero claro a la Luna ya no va nadie o es posible que si en el futuro se va sea muy costoso y la mayoría de la gente no pueda ir. Pues en este caso vuelves a la susodicha empresa, les dices que quieres ese recuerdo y ellos mediante una sencilla metodología te lo meten en la cocorota y arreando. Además, ya si nos ponemos exquisitos, te pueden dar un conjunto de objetos de la Luna y por tu parte, siempre creerás que has estado en la Luna.

Philip K. Dick
¿A qué la idea parece que está muy bien? Pues en principio sí, el problema viene cuando todo esto se emplea contra un tercero, ahí la cosa se comienza a complicar. Ciertamente, si a una persona le comienzas a remover todo lo que en su mente alberga, y además le borras cosas y le metes otras nuevas pues el resultado puede ser una locura de mucho cuidado o una vida que no es vida, o vaya usted a saber.

Las cuestiones en torno a los recuerdos, cómo recordamos y la que podemos liar si nos ponemos a modificar nuestra existencia es el muro de carga de “Podemos recordarlo por usted al por mayor” un relato corto datado en 1966 del maestro Philip K. Dick. De manera brillante el autor nos introduce en una realidad ajena, en una vivencia erosionada por los recuerdos y los más profundos deseos, de los que no se puede escapar. Se plantea la vida como un ente enigmático, no solo en su proyección hacia el futuro sino también hacia el pasado, en una suerte de Memento.

Técnicamente el cuento tiene una buena cadencia de acontecimientos que hacen que el lector no pueda cesar en su lectura. Sin embargo, y como en ocasiones sucede con los relatos y novelas de ciencia ficción, los comienzos son un tanto complicados pues se fijan en realidades ajenas a la nuestra, en las cuales los objetos, comportamientos, etc., no son los que rigen en nuestra vida cotidiana. Además, Philip K.Dick se guarda algo para el final, un gran giro, cuando uno piensa que el relato ya ha proporcionado al lector todo lo que podía ofrecer. Es impresionante, y a mí particularmente me deja atónito, la imaginación y capacidad creativa que muchos de los autores de ciencia ficción, por no decir todos, tienen.

Por último, para mí un indicativo de que un relato, cuento o novela es bueno o muy bueno es que una vez finalizado despierte la imaginación del lector y haga aflorar en él preguntas, las cuales unas veces tendrán respuesta y otras veces pues no la tendrán. Y en este caso, “Podemos recordarlo por usted al por mayor” suscita un gran número de preguntas: ¿cómo recordamos?, ¿es posible auto-construirnos recuerdos de vivencias y experiencias que realmente no hemos vivido, de forma que lleguemos a creérnoslas?, ¿cómo se disuelven los recuerdos antiguos en el mar de recuerdos de una vida?. Y la más importante, ¿llegará el día en el que inventen una máquina, artefacto o metodología que borre de nuestra memoria un determinado recuerdo, o sea capaz de implantar uno nuevo?

miércoles, 16 de abril de 2014

Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Valladolid 2014

Desde el 4 y hasta el 20 de abril se está celebrando en Valladolid su anual Feria del Libro Antiguo y de Ocasión 2014 que en esta edición cuenta con la participación de 22 librerías. Vale, es cierto que no es la Feria del Libro (libro nuevo se entiende) que por cierto este año en Valladolid tiene lugar del 25 de abril al 4 de mayo, pero oye, hay libros y eso es lo que interesa.

Inicio  de las casetas
Ciertamente, en las Ferias del Libro Antiguo y de Ocasión no verás circular a autores de renombre por sus puestos, no habrá firmas, no habrá premios pero sin duda lo que sí que encontrará y brillará en muchos de los puestos con luz propia son muy buenos libros y baratos lo cual no es baladí. En la edición de 2014 de esta Feria en Valladolid he podido encontrar clásicos en muy buen estado, como por ejemplo Niebla de Miguel de Unamuno, por tan solo 1€. Un euro señoras y señores, un euro, quien no lee es porque no quiere, al menos a nivel de clásicos.

La tarde amenazaba lluvia con un cielo cubierto que impedía ver el sol. Sin embargo, sobre las siete la cúpula nubosa se abrió, dando paso a los últimos rayos de sol que alumbrarían este 15 de abril. Viendo la proximidad del buen tiempo emprendí un viaje hacia la cultura, un viaje hacia la Acera de Recoletos donde las blancas casetas se comenzaban a ver ya desde la plaza de Colón. A un lado el Campo Grande, verde y frondoso, al otro uno de los paseos más conocidos y transitados de la en otro tiempo capital del reino, y en el centro pistas de baloncesto a continuación de las cuales estaban los puestos de los libreros. Los niños correteaban y jugaban a su aire en las pistas pero no me fijaba en ellos, mi objetivo era claro y me tenía obnubilado, libros, libros y más libros.

Cartel promocional
Los títulos se sucedían paso a paso, así como los autores, que si Pío Baroja, que si John Le Carré, que si tiene usted este libro del tipo aquel que murió no se cuando, que si aquel de la mujer esa cuyos libros firmaba su marido. La gente preguntaba animadamente a los libreros y estos les respondían amablemente o trataban de buscar tal o cual edición en la inmensidad de libros con los que contaban. Por mi parte avanzaba de puesto en puesto, atento, tratando de aprender e intentando no perder detalle. Miraba títulos y autores, apuntando de vez en cuando algún autor en el móvil para mirarlo posteriormente en casa o para comprobar si contaba con alguno de sus títulos en mi haber. Al tiempo, trataba de encontrar una edición de “El árbol de la ciencia” de Pío Baroja que estuviese en buen estado y fuese barata. Finalizadas las 22 casetas, no logré dar con el libro que inicialmente pretendía, pero hallome en posesión de “La escritura necesaria” de José Luis Sampredo comprado en alguna de las barracas.

El emplazamiento en que se encuentra situada la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión es inmejorable, en pleno centro de Valladolid, con el Campo Grande al lado y junto a la plaza de José de Zorrilla y en una zona muy espaciosa. Además, el ambiente que se crea entre compradores y libreros es muy agradable y el ditirambo que hacia los libros se dirige, embriaga los sentidos. Esperaba, sin duda, una menor afluencia de personas pues aunque no pueda decirse que hubiese una gran cantidad de público, la verdad es que había bastante gente rondando los puestos.

Si tienen tiempo y se pasan por Valladolid o están en ella, acudan a la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, quizás encuentren una buena joya o esa joya que querían por mucho menos de lo que pensarían. Que comercial me ha quedado.

Acera de Recoletos
Del 4 al 20 de abril
Horario:
Laborables (L a V): 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 21:30.
Sábados, domingos y festivos: 11:00 a 14:30 y de 17:30 a 22:00.

Librerías presentes:

Librerías Treserras
Librería Personajes
Ramón Urbano Libros
Libreria Iratxe (Pamplona)
Libros Valdezate
Librería Páginas
Librería Pariente
Libros Ortega
Librería Relieve

lunes, 14 de abril de 2014

H.P Lovecraft, Relatos I

Howard Phillips Lovecraft, H.PLovecraft para los amigos, es un autor que sabía que existía desde hace tiempo, pero nunca había tenido entre mis manos a ninguno de sus retoños. Sin embargo, este desequilibrio en La Fuerza ha sido solventado recientemente gracias a uno de mis nuevos compañeros de piso que me ha recordado que Lovecraft merece ser leído. Y desde aquí lo digo, no es que merezca sino que debe ser leído.
Howard Phillips Lovecraft

Hasta el momento he degustado tres de sus relatos, a saber “Arthur Jermyn”, “Azathoth” y “Celefais” los cuales en mí opinión son tres cuentos excepcionales en los que Lovecraft hace gala de una imaginación desbordante. Es sin duda sorprendente como con relatos cortos, como lo son estos tres, el señor Lovecraft es capaz de transportarnos a mundos y realidades tan ajenas y distantes. Por ello tiene pinta de que la alteración en La Fuerza va a permanecer, pero en este caso con factor positivo, esto es, que voy a seguir leyendo sus relatos hasta que me canse.

Dicho a las claras, este hombre tenía en la cabeza un embrollo de muy padre señor mío, sino no puede explicarse que fuese capaz de desarrollar las ideas que en su obra se plasman. Además, presenta una forma de escribir sencilla y cercana que te envuelve sin que te des cuenta en un torbellino de fantasía, ciencia ficción y terror del que no es sencillo emerger una vez se ha finalizado la lectura. Y como sabéis, la capacidad de que una lectura te cautive más allá del propio instante en que se lee es un gran valor añadido para cualquier obra.

Pero bueno, vayamos al lío a ver de qué tratan los tres relatillos en cuestión. El primero que leí fue “Arthur Jermyn”, publicado originalmente con el título de “Hechos tocantes al difunto Arthur Jermyn y su familia” en junio de 1921 en la revista The Wolverine. En él se trata el tema de la culpa atávica, esto es que los descendientes directos por línea de sangre no pueden liberarse de los crímenes cometidos por sus antepasados si estos son lo suficientemente horrendos. Y el que en este relato se describe es lo suficientemente atroz, creedme. Arthur Jermyn es el tataranieto de sir Wade Jermyn quien fue explorador en el Congo y que se encontraba obsesionado con una civilización prehistórica de individuos blancos en aquel territorio, sin embargo esta convicción acabó por conducirle al manicomio. Durante su vida se había casado, según él, con la hija de un mercader portugués, pero a esta nunca nadie la vio y acabó muriendo en África pues siempre acompañaba a su marido en los viajes. Este es hasta el momento el relato más perturbador de los tres que me he leído, y clara señal de que empezaba por buen camino a leer a Lovecraft.

El más corto de los tres cuentos es el de “Azathoth” en el cual H.P Lovecraft presenta una gran preocupación por el modo de vida, la pérdida de la ensoñación y la imaginación así como del disfrute de la belleza en el mundo desarrollado dominado por la ciencia. Pone por ello de relieve la necesidad de mantener los sueños y fantasías así como la capacidad de imaginación aún en la vida adulta.

Resta tan solo “Celefais” o “Celephaïs” cuento escrito en 1920 pero publicado dos años más tarde en Rainbow. En este cuento el autor vuelve a hacer referencia al mundo onírico y a la desconexión que proporciona del incesante y bullicioso mundo físico. Es un relato lleno de magia en el que se vislumbra el agobio y tormento que pueden producir el mundo tangible y presenta a los sueños como escapatoria del mismo recurriendo a la imaginación y ensoñación de cuando se es un crío.

Las fantasías de H.P Lovecraft me atraen cual fuerza irresistible por lo que supongo que en un futuro pasarán por este blog más de sus relatos. Y si me aceptáis un consejo, leed alguno de sus relatos, hasta donde sé, son excelentes.

miércoles, 9 de abril de 2014

Vocabulario: petimetre

Hoy toca otra de vocabulario, pues aún no he dado cuenta del libro que se aloja en mi mesilla y claro sin leerlo estoy como para reseñarlo o criticarlo. El término que os arrojo en esta entrada lo escuché por primera vez en una letra del cantante español Rosendo Mercado, la canción en cuestión en la que aparece la palabra es “Muela la muela”.

El vocablo, procedente del francés, hace referencia a estas personas y en muchos casos personajes que se preocupan muy mucho de su aspecto, de cómo van vestidos, de ir bien arreglados y conjuntados, etc. En definitiva, de estas gentes varias que le dedican al espejo largos ratos y miradas  diciéndose, incluso en voz alta, lo guapos que van y son, que el ego no se viene arriba él solito, hay que ayudarle o qué os pensabais. También se les puede identificar en ocasiones porque van contemplando con disimulo su figura en todas las puñeteras lunas y cristaleras de los escaparates, eso sí, con un disimulo poco disimulado. El término, que no es ni más ni menos que “petimetre”, hace igualmente referencia a estos individuos que se preocupan hasta el extremo de seguir la moda en lo que a vestuario se refiere y sea esta lo que sea. Lo mismo no saben conjuntarse, ni hacer la o con un canuto, ni distinguir una pelliza de un abrigo de raso pero ahí van “a la moda”, a una o a varias pero a la moda. Y claro así te encuentras de vez en cuando por la calle lo que te encuentras, que si lo haces porque te gusta vestir así perfecto, pero que tu estilo y vestimenta lo rija la moda que cambia más que el tiempo, pues hombre, da que pensar. Con esto no quiero decir que no haya que salir a la calle con cierto decoro, y mucho menos que no puedas salir como Dios de buena manera te dé a entender, que cada uno haga lo que bien le plazca.

Pero no nos sorprendamos, la televisión y sobre todo determinadas cadenas se han convertido en el reino y rancho de los petimetres, cuyo único oficio y beneficio conocidos es ese, el de ser petimetres. Bueno, lo mismo también alguno estuvo con una famosilla de turno o se acostó con un semifamosillo del tres al cuarto. Pero vamos, que muy bien por ellos, el problema es que esos programas que podrían denominarse de terrorismo cultural se mantienen en antena porque los ve la suficiente cantidad de gente. Y eso sí que es preocupante.

No me desvio más que claro nadie me dice que pare y me envalentono. La palabra “petimetre” como digo, procede del francés “petit maître” que significa pequeño señor o señorito. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua este vocablo presenta únicamente una acepción y es la que sigue: persona que se preocupa mucho de su compostura y de seguir las modas.

Ahí queda, “petimetre” para todos ustedes, guárdenla, difúndanla, disfrútenla y con quien lo merezca por cumplir con la definición, empléenla.

lunes, 7 de abril de 2014

Presentación de LIVE de Javier Ruescas

Hoy os traigo una entrevista/ presentación/ genialidad. Los vídeos en cuestión se corresponden con la presentación de la novela LIVE de Javier Ruescas que cierra la trilogía de los hermanos Serafín que comenzó con PLAY y a la que le siguió SHOW. Javier Ruescas es un escritor de novelas juveniles que está consiguiendo arraigar a multitud de lectores a sus obras gracias a su talento y buen hacer. En su haber cuenta ya con diversos títulos como la trilogía de  “Cuentos de Bereth”, “Tempos Fugit”, “Ladrones de Almas”, “Pulsaciones” y la trilogía a la que acaba de pone fin basada en las vidas de los hermanos Serafín, Aaron y Leo. Además de su faceta como escritor, cuenta también con un canal en YouTube, medio gracias al cual Aaron y Leo logran hacerse famosos. En el mismo sube diversas series de vídeos, desde BookTags, pasando por reseñas y recomendaciones hasta aquellos en los que explica su metodología a la hora de escribir una novela. En su canal de la plataforma YouTube cuenta ya con cerca de 17.000 suscriptores lo cual no es nada desdeñable, y subiendo el número de seguidores a gran velocidad.

Durante el acto de presentación de la novela Javier Ruescas cuenta a su derecha con JPelirrojo y a su izquierda con Electric Nana. JPelirrojo es un youtuber que cuenta con diversos canales en la plataforma correspondiente entre los que se encuentran “jpelirrojo” y “VoyAPorEllo” (VAPE) y en los que cuenta a día de hoy casi con 444.000 173.000 suscriptores respectivamente. En el primero de los canales elabora sobre todo contenidos referentes al humor mientras que en el segundo sube un VideoBlog diario en el cual presenta su día a día. Pero además de todo ello, también es músico y básicamente dedica su vida a intentar hacer todo aquello que le gusta. Hay que decir también que JPelirrojo fue uno de los primeros youtubers en España o al menos uno de los que primero se dedicó a subir vídeos por el simple placer de hacerlo.

Pues bien, JPelirrojo es el que a los efectos hace de entrevistador de Javier Ruescas durante la presentación. Sin embargo, desempeña su función de una forma un tanto peculiar y que a mi personalmente me parece una idea excepcional y me ha sorprendido gratamente. No os voy a desvelar el como lo logra, para ello a los videos que son muy buenos y bonicos.

Por último, pero por supuesto no menos importante sobre el escenario se encuentra Electric Nana que es una cantautora madrileña apasionada de la música. Javier Ruescas le pidió que escribiese una serie de canciones tanto para este último volumen de la trilogía como para SHOW y el resultado puede verse al final de los vídeos.

Sin lugar a dudas es una de las presentaciones más amenas y divertidas que he visto hasta el momento, quizás fuese porque se notaba la amistad o porque los tres se lo pasan muy bien haciendo lo que hacen y les gusta. Sea como fuere chapó a los tres.

En primer lugar os dejo el vídeo de la presentación correspondiente al canal de Javier Ruescas.


Por último, os dejo el realizado por JPelirrojo con la colaboración de Rush Smith y que ha subido a su canal "VoyAPorEllo".


miércoles, 2 de abril de 2014

Vocabulario: pelliza

Con esta entrada inauguro una nueva sección en el blog, “Vocabulario”, en ella presentaré palabras que encuentro en mis lecturas y que no tienen un uso habitual o que directamente no tienen uso. Ello surge de la preocupación por el escaso vocabulario que la mayor parte de la gente emplea en el día a día, de forma que muchas palabras y usos han sido apartados en detrimentos de términos mucho más genéricos y ambiguos. Por ello, quiero tratar de aportar mi granito de arena y presentaros en este blog determinadas palabras o acepciones que eran desconocidas para mí con la intención de que no caigan en el olvido.

Si nos paramos ha pensar, en muchas ocasiones empleamos términos genéricos cuando realmente existen otros que describen de forma mucho más precisa aquello a lo que deseamos hacer referencia. Por ejemplo, hoy en día abrigo en su acepción de prenda de vestir hace referencia a toda “prenda de vestir, larga, provista de mangas, que se pone sobre las demás y sirve para abrigar”. Sin embargo, en determinados casos existen nombres concretos que permiten describir de forma mucho más precisa la prenda de abrigo que se emplea, este es el caso de la palabra “pelliza”.

Pelliza según la Real Academia Española posee diversas acepciones entre las que se encuentran, por un lado “prenda de abrigo hecha o forrada de pieles finas” y por otro “chaqueta de abrigo con el cuello y las bocamangas reforzadas de otra tela”. Por tanto, una pelliza tiene el aspecto que se presenta en la siguiente imagen.

Pelliza
Ya saben, cuando vean o se pongan una pelliza llámenla como tal y no con el término genérico abrigo, por aquello de enriquecer en lugar de generalizar.