miércoles, 8 de enero de 2014

San Manuel Bueno, mártir de Miguel de Unamuno

¿Cómo y por qué llegó este libro a mis manos?

En primer lugar permitidme decir que realmente el libro no llegó a mis manos pues lo he leído de la pantalla de un ordenador, ahí dejándome la vista. Una vez aclarado este tema importante donde los haya, que duda cabe, voy a responder la pregunta que para eso me la he auto-formulado. Hace unos días leí el cómic “Dublinés”  de Alfonso Zapico, en el cual se describe vida y obra de James Joyce a quien se le cataloga como uno de los mejores prosistas del siglo XX en lengua inglesa. En gran medida gracias a su obra culmen “Ulises”. Pues bien, por azares de la vida y de la mente, que dicho de paso no tengo ni idea de cómo funciona, me dio por empezar a buscar grandes prosistas en lengua castellana. En esto llegué a Larra y Unamuno. Me leí algunos artículos costumbristas de Larra, gustándome en especial el referente a los calaveras, y pasé a Miguel de Unamuno. De él sabía que las dos novelas más representativas de su obra son “Niebla” y “San Manuel Bueno, mártir”. La balanza se decantó, como puedes intuir por el título de entrada, en favor de la segunda. Y aquí andamos comentando esta novelilla.

Miguel de Unamuno
¿Cuál es la trama principal de “San Manuel Bueno, mártir”?

La novela posee un marcado tono existencial, elemento recurrente en la Generación del 98 dentro de la cual se enmarca Miguel de Unamuno. Sin embargo, este tema es excesivamente amplio, centrándose el autor en “San Manuel Bueno, mártir” en torno a la angustia de la existencia humana y la falta de fe cristiana. En ella se atisba la angustia vital de Unamuno y su anhelo de inmortalidad, reflejados en el personaje protagonista Don Manuel Bueno.

Los acontecimientos son descritos por Ángela Carballino vecina de Valverde de Lucerna. Pueblecito este en el que tiene lugar la historia, que sugiere al legendario Villaverde de Lucerna, que según la leyenda, se encuentra sumergido en el lago de Sanabria.

Lago de Sanabria
Don Manuel, el cura del pueblo, irradia un magnetismo casi mágico sobre todos los habitantes del pueblo, ayudando a todo aquel que lo requiere en tareas de lo más variopintas. Es un cura que se desvive por su pueblo y el mismo lo agradece creyendo la palabra del clérigo a pies juntillas. Pero las cosas cambian cuando un elemento hostil entra en la vida del pequeño pueblecito: Lázaro, hermano de Ángela, comienza a promulgar las ideas aprendidas en las Américas de donde acaba de volver.

A pesar del desprecio inicial de Lázaro a todo lo que tenga sabor a religión, acaba cayendo sorprendentemente en las redes de Don Manuel. El pueblo interpreta esta conversión al buen hacer del párroco, pero no conocen la verdadera historia. Y aún si conociesen la verdad probablemente no la creerían pues los hechos son contrarios a la misma. Y es que Don Manuel guarda un secreto vital e inconfesable que tan solo Lázaro y Ángela conocen, y esta última nos transmite.

¿Qué sentimiento confiere la novela?

Personalmente, la novela no me comunicó un sentimiento sino más bien una pregunta de carácter existencial y que los humanos llevamos preguntándonos siglos. Y tristemente me temo que no tiene respuesta, aunque quizás sea mejor así. Pero personalmente dudo que la solución a la falta de respuesta sea el “que vivan, que vivan y no piensen” de Don Manuel. El corto relato, típico de la Generación del 98,  posee gran fuerza y sentimiento y puede llegar a emanar cierta congoja vital. Pero sin duda estas son a mi juicio de las mejores novelas, aquellas que dejan poso y hacen pensar.

¿Qué elementos narrativos emplea Miguel de Unamuno en “San Manuel Bueno, mártir”?

La principal característica técnica de la novela es el continuo diálogo entre los personajes, de forma que el relato crece y se estructura en torno a los mismos. Sin embargo, apenas hay diálogos interiores, el sentir y parecer de los personajes se expresan directamente en las conversaciones.

Las descripciones son escuetas y sin grandes florituras retóricas, pues uno de los objetivos perseguidos es la claridad de la exposición, principio este que guía toda la novela.

La simbología tras los nombres de los personajes principales también es de destacar. Manuel es la versión castellana de Emmanuel que significa “Dios con nosotros” creador de una nueva religión caracterizada por su interioridad. El nombre de Lázaro hace referencia a aquel al que Cristo resucitó, interpretándose en este caso con la conversión de este personaje realizada por Don Manuel. Por su parte Ángela significa mensajera en griego, siendo en este caso ella la que nos transmite la vida y actos de Don Manuel.

Por último indicar que Unamuno refiere que el relato le ha sido transmitido ya escrito y que únicamente lo ha corregido levemente antes de su publicación. Este procedimiento narrativo ha sido empleado por otros autores a lo largo del tiempo, como Cervantes con ElQuijote.

En términos generales “San Manuel Bueno, mártir” me ha parecido una novela sublime con una gran fuerza expresiva capaz de transmitir preguntas y pareceres de lo más profundos. Además, la narración directa y sencilla de Unamuno centrada en el fondo del tema tratado, convierte esta obra en una lectura fácil y amena, por todo ello espero leer en breves la considerada como su mejor obra, “Niebla”.

Os dejo un enlace desde donde podéis leer "San Manuel Bueno, mártir".

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